Búsqueda

Abre el placard
quita los cajones
desnuda la cama
vuelan los zapatos

Descuartiza las almohadas
deshace el cuarto de baño
corrompe los espejos
destruye los candados

Se convierte en la casa;
contempla su cuerpo nuevo
y ni siquiera así
da con el objeto

Ya se volvió suelo
paredes, ¡azulejos!
(sólo un brillo tenue en sus marcos
sería lo más notable)

Conversó con los perros
¡hasta enfrentó a los roedores!
pero no... ¿eh?
nada de nada...

Entonces se tornó puerta
y lloró de impotencia
ante la ausencia de un tercero
que se volviera llave

Sin embargo nunca dudó
de la cobardía de ser brújula
Es que su norte lo tuvo claro
y por ello es contínua su búsqueda



(del lione pal pueblo, que busca de lo que no hay, pa' ver si lo inventamo').

Viejo Barrio

Que nostalgia la húmeda mañana,
la lluvia de los recuerdos de ayer
que se añoran en el próximo nuevo.
Siempre sale el sol, solo el barrio ilumina.

Desde aca ya no tolero ningún vos
Ni tu ser bueno, ni tu ser malo.
¿Porque se inicia hoy este fuego?
Bajo esta gris lluvia no hay nada

Pisar la baldosa y ensuciarse
el alma con desamor de barro.
De nosotros viene la creación,
de mi viene esta destrucción.

No perder el interés
Vida, sol y sangre.
No caer en esta rutina
Vida, sol y sangre.

Eso es lo que me mantiene
vivir, atacando para no morir
pero no estar en soledad,
sino en esa poesía colectiva.

Te comparto mi idea,
sentimientos míos con vos.
Estará siempre tu oasis
pero ya no quiero tu desierto.

(siempre fuimos camellos, y tenemos nuestra salvación dentro. Aunque estemos en crisis, siempre puede ser peor, si una modelo cuestiona a nuestro director técnico. La vida da para todo, la vida esta para eso, para que sobrevivamos con lo que tenemos dentro)


Corazón.

La memoria

Bajo las piedras.
Detrás de los muros.
Detrás de las casas;
al borde del tiempo

Tejiendo las flores,
componiendo lo incierto;
el eco los trae,
los mantiene aquí.

Trasgreden las sogas,
trasgreden las vendas;
ni el corazón más pálido
deprime, acaso, el alarido

Libertad amada
me cobijo en tu fuego
Dame fuerza en los brazos
templa mi espíritu, mi canto.

Mientras las almas de vinagre
se pudren, intolerantes
ante el sol de las voces
que inauguran su vuelo.

Los jardines lascivos
y los enterradores moribundos
lloran sobre la lápida
de su morbo febril

Los amantes del poder
pululan en la morgue
buscando, tal vez,
su errante rostro demacrado

Los que aclaman el encierro
los que predican la impotencia
los que fomentan los venenos
los que abdican al amor.

Los que tejen tempestades,
los orfebres del dolor
los amantes del silencio
a ustedes, hijos de puta:

Les apunto, extasiado,
con nuestra arma más nociva
más ultrajada
más temida:

La Libertad, al desnudo.

En tanto, diviso
sus manos a la cabeza,
sosteniéndolas fuerte
antes de verlas rodar

Es que podrán robarse, sí...
cada vestigio de mi cuerpo;

Mas, la memoria estará allí
hermosa y soberbia, por siempre
aguardando a los corazones
que prefirieron no callar.


A los represores: el veneno de nuestra celebración


A los nuestros: La memoria, la palabra, la justicia, la canción.




NUNCA MÁS.