Vuelve al piso
se hace de fuerzas
y dispara nuevamente
con ojos de loco enterrador
Ella vislumbra
con inquisición forense;
también se refugia en el suelo,
acaso con secreta certidumbre
El viaje es impiadoso;
ellos juegan en el frenesí
conocen de su abandono;
saben que es latente
¿será él primero,
quien deshaga la tácita alianza?
¿se irá como siempre
sin un sólo escrúpulo?
¿o será ella y su nociva música...
componiendo el adiós
con el silencioso ímpetu
de un beso descarado?
Lamen sus cuellos de aire
(cada uno desde su silla)
y aunque abandonen el subte
simultáneamente
no encuentran el valor espontáneo
que haga lícito su abrazo
Ay qué lástima
de esos locos dos
que hubieran corrompido sus sexos
con una sutilidad parecida a la agonía
(del lione pal mundo, saludando a los adioses con una música de bienvenidas)
saludando a los adioses con música de bienvenidas
ResponderEliminarjajaa
esa me encantó. contradictoria y linda como las contradicciones...
beso
que especial eres...
ResponderEliminarme gustó de amontones!
(Sol)