domingo, 15 de mayo de 2011

Jugar

La tarde
sabe a trigo
a licor y a especias
y el sol se muere de acidez
por su cara toda cítrica

Un escenario espléndido
para toda clase de absurdos
el amor o la nada
noche o fracaso

Y tu voz es un expreso directo
al estupor
¿qué se yo de tus ojos?
¿quién sabe de miradas?

Muera desangrado el crepúsculo:
garras de puma
espalda ausente
y así mira la gente,
como sin saberlo
(por supuesto, de allí lo impune)

¿pero a quién le importan las culpas?
si siempre se prefiere jugar

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